De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antimicrobianos es un fenómeno muy preocupante que ha ido aumentando en los últimos años.
Los antimicrobianos son medicamentos utilizados para tratar las infecciones causadas por bacterias, hongos, parásitos y virus, sin embargo la automedicación sin control ha traído como resultado que las infecciones adquiridas sean más difíciles de tratar ya que las bacterias se fortalecen y resisten a los antibióticos, haciendo que estos sean cada vez menos eficaces.
Dicha resistencia es una consecuencia del abuso de estos y surge por mutación del microorganismo o adquisición de genes de resistencia.
Debido a que las infecciones causadas por microorganismos resistentes pueden ocasionar la muerte del paciente, transmitirse a otras personas y generar grandes costos tanto para los pacientes como para la sociedad, la OMS trabaja a nivel local, nacional e internacional para generar la capacidad, las orientaciones técnicas y el compromiso político para hacer frente a tal resisitencia, con el objetivo de que los pacientes dispongan de antimicrobianos eficaces y de gran calidad para que las generaciones futuras sigan beneficiándose del poder de los antimicrobianos para salvar vidas.
Algunos de los factores que facilitan la aparición y la propagación de la farmacorresistencia son:
El uso inadecuado de los medicamentos, como por ejemplo, cuando se toman dosis insuficientes o no se finalizan los tratamientos prescritos. |
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Los medicamentos de mala calidad |
Las prescripciones erróneas y las deficiencias de la prevención y el control de las infecciones. |
La escasez de medios de diagnóstico, medicamentos y vacunas, así como deficiencias en materia de investigación y desarrollo de nuevos productos. |
Es importante no recurrir a la automedicación y no adquirir medicinas sin receta así como respetar el tratamiento en todos los aspectos: dosis, intervalos de tiempo, duración, aunque hayan desaparecido los síntomas.
Un dato interesante es que la mayoría de los antimicrobianos utilizados en el mundo no son administrados a pacientes, sino a los animales (ganado bovino y ovino, pollos y peces) destinados a la producción de alimentos. Además son utilizados también como aditivos en los animales de compañía, la agricultura (frutas, verduras, orquídeas, etc.) y la industria (oleoductos y plantas industriales). Lo anterior tiene consecuencias evidentes para la salud pública particularmente en el caso de las bacterias zoonóticas causantes de enfermedades humanas transmitidas por los alimentos, lo que ocasionaría el posible paso de genes de resistencia de las bacterias de origen animal a los patógenos humanos.
Finalmente es importante mencionar y tomar en cuenta que las infecciones causadas por microorganismos resistentes no responden al tratamiento ordinario, lo que trae como consecuencia una enfermedad prolongada y el riesgo de morir.
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WHO Global Strategy for Containment of Antimicrobial Resistance
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC. |
